Las acodas son conocidas por su increíble tamaño y fuerza, pero ¿sabías que también tienen algunos dientes extraños que usan para masticar a sus presas? Recientemente, apareció un video que mostraba a una acoda atrapando y comiendo un pollo, y la forma en que el palo usaba los dientes era realmente fascinante.
En lugar de los típicos dientes afilados que se pueden esperar de un depredador, las acoadas tienen dientes que se parecen más a pequeños ganchos que miran hacia atrás. Estos dientes están diseñados para ayudar al habla a agarrar a su presa y moverla hacia la parte posterior de la garganta para tragar.
En el video, se puede ver que la acoda golpea al pollito con la boca abierta de par en par, y la vuelve a cerrar rápidamente para agarrar al ave. A medida que el palo comienza a mover el pollo hacia la parte posterior de su boca, sus dientes se enganchan en la carne del ave, lo que le permite agarrarlo con firmeza.
Una vez que el pollo está en el estómago de la acodada, el sistema digestivo del palo se hace cargo, rompiendo la carne y los huesos del ave. Si bien esto puede parecer un proceso espantoso, es solo una parte formal de la vida de la acoda, que necesita comer regularmente para mantener su enorme tamaño y fuerza.
En general, el video de la acoda moviendo sus dientes extraños para atrapar y masticar un pollo ofrece una visión fascinante de algunas de las muchas formas en que estos increíbles radios se han adaptado para sobrevivir en su entorno.
Fuente: https://archaeology24.com