Ampyx priscus en formación lineal (esquisto Fezouata del Bajo Ordovícico marroquí). Crédito: Jean Vannier, Laboratoire de Geologie de Lyon: Terre, Planètes, Environnement (CNRS / ENS de Lyon / Université Claude Bernard Lyon 1)
Los fósiles de artrópodos que datan de hace 500 millones de años muestran que las criaturas murieron en una línea ordenada “mientras migraban”.
Los fósiles de artrópodos antiguos descubiertos en formación lineal pueden indicar un comportamiento colectivo, ya sea en respuesta a señales ambientales o como parte de una migración reproductiva estacional. Los hallazgos, que se publican en Scientific Reports esta semana, sugieren que ya hace 480 millones de años existían comportamientos grupales comparables a los de los animales modernos.
Se sabe que el comportamiento colectivo y social ha evolucionado a través de la selección natural a lo largo de millones de años y los artrópodos modernos proporcionan numerosos ejemplos, como las cadenas migratorias de orugas, hormigas o langostas. Sin embargo, los orígenes y la historia temprana del comportamiento colectivo siguen siendo en gran medida desconocidos.
Jean Vannier y sus colegas describieron varios grupos lineales de Ampyx priscus, un artrópodo trilobites del período Ordovícico inferior (hace aproximadamente 480 millones de años) de Marruecos. Los trilobites, que medían entre 16 y 22 milímetros de largo, tenían una columna robusta en la parte delantera del cuerpo y un par de espinas muy largas en la parte posterior. En cada grupo de fósiles de trilobites examinados por los autores, los individuos estaban dispuestos en línea, con la parte frontal de sus cuerpos mirando en la misma dirección, manteniendo el contacto a través de sus espinas.
Los autores sugieren que, dada la escala de los patrones observados, es poco probable que esta linealidad y direccionalidad consistentes sean el resultado del transporte pasivo o la acumulación por corrientes. En cambio, es más probable que Ampyx muriera repentinamente mientras viajaba, por ejemplo, al quedar enterrado rápidamente por sedimentos durante una tormenta.
Los autores sugieren que Ampyx probablemente migraba en grupos y usaba sus largas espinas proyectadas para mantener una formación de una sola fila mediante contacto físico, mientras se movían a lo largo del fondo marino. Esto puede haber sido una respuesta de estrés a la alteración de su entorno por tormentas, detectadas por sensores de movimiento y tacto, que motivaron a Ampyx a migrar a aguas más tranquilas y profundas.
Un comportamiento similar se observa en las langostas espinosas actuales. Alternativamente, el patrón puede haber sido el resultado de un comportamiento reproductivo estacional que involucra la migración de individuos sexualmente maduros a las zonas de desove. Sabiendo que Ampyx era ciego, los autores plantean la hipótesis de que los trilobites pueden haberse coordinado mediante estimulación sensorial a través de espinas y sustancias químicas.
El descubrimiento muestra que un artrópodo de 480 millones de años pudo haber utilizado su complejidad neuronal para desarrollar un comportamiento colectivo temporal.